Los antecedentes de la etnia Teutónica en España se remontan al Siglo II antes de Cristo en las migraciones de los Pueblos Escandinavos oriundos de la Península de Jutlandia en Dinamarca que llegaron junto con las tribus Cimbrias a través de las luchas que mantuvieron con el Imperio Romano.

En el año 1219 los Caballeros Teutónicos de la Orden Militar del Sacro Imperio Romano Germánico del Hospital de Santa María de Jerusalén llegan a España con el séquito nupcial de la Princesa Imperial Isabel Beatriz de Hohenstaufen de Suabia, hija de Felipe, Rey de Romanos y Duque de Suabia y de la Princesa Irene de Constantinopla, nieta a su vez de los Emperadores de la Cristiandad, por parte paterna de Federico I de Hohenstaufen, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y de la Reina Beatriz de Borgoña y por parte materna de Isaac II Angeló, Emperador del Imperio Bizantino y de la Reina Herina. La Princesa fue bautizada como Isabel, adoptando posteriormente en 1212 el nombre de su hermana mayor fallecida, la efímera Emperatriz Beatriz del Sacro Imperio Romano Germánico.

A la muerte de su padre, la Princesa Isabel Beatriz permaneció bajo la tutela de su primo Federico II de Hohenstaufen, nuevo Emperador hereditario del Sacro Imperio Romano Germánico, que concedió su mano para contraer matrimonio con Fernando III, Rey de Castilla, ordenando que la comitiva real saliera de Suabia escoltada por Caballeros Teutónicos, siendo recibida oficialmente por el Rey Fernando III en el Monasterio de San Zoilo en Carrión de los Condes en Palencia y celebrándose la boda real el 30 de noviembre de 1219 en la Iglesia de Santa María la Mayor en Burgos.

Dada la corta edad de 14 años de Doña Isabel Beatriz de Hohenstaufen de Suabia y para que no tuviera esta nostalgia de su tierra germana, su marido el Rey Fernando III concedió al Prior y a los Caballeros de la Orden Teutónica que llegaron con ella a Castilla, el poder establecerse donándoles los terrenos necesarios para construir un Priorato como complejo hospitalario y militar con un Santuario dedicado a la Virgen María, Consagrada a la Orden Teutónica y Patrona del Priorato Teutónico de España que en breve familiarmente fue conocido como la Iglesia de los Alemanes y posteriormente de Nuestra Señora de los Castellanos de la Mota de Toro, como así se llamaba entonces esa Villa, y hoy denominada Mota del Marqués en la Provincia de Valladolid, limítrofe con Zamora. El Privilegio y donación otorgado por el Rey Fernando III el Santo a los Caballeros Teutónicos del Hospital de Santa Maria de Jerusalén data del 20 de junio de 1222 en Burgos, así como el posterior decreto fechado el 20 septiembre de 1231 en el Monasterio de Silos con el respaldo de Don Rodrigo, Arzobispo Primado de Castilla y de León, en las ubicaciones de los Señoríos de La Mota, Morales de Toro, Los Higares, Los Benefarces y Los Griegos, con sus correspondientes términos, que habían pertenecido hasta entonces parte de ellos al Monasterio Cisterciense de la Santa Espina, creándose con ese hecho el único Priorato establecido que la Orden Teutónica tuvo en España. Privilegios a los Caballeros Teutónicos ratificados posteriormente por su hijo el Rey Don Alfonso X El Sabio el 20 de mayo de 1258. También hay menciones y datos en el índice de escrituras y documentos relativos fechados en 1526.

La Villa de Mota de Toro fue rebautizada de sus nombres primitivos, Santibáñez de Mota y posteriormente Valdemota, pasando a denominarse Mota de Toro para así marcar su vinculo neto a Toro y al obispo de Zamora que, una vez unificados los Reinos de León y de Castilla, se delimitó en los limites provinciales de Zamora y Valladolid y se decidió nuevamente otro cambio de nombre a Mota del Marqués.

El establecimiento de los Caballeros Teutónicos en ese enclave de Mota jugó un papel político esencial entre 1222 y 1231 como observadores vinculados con la Iglesia y con el Rey, vigilando las tensiones fronterizas en ese enclave entre los Reinos de Castilla y de León posteriormente resueltas con la unión de los dos Reinos.

La Reina Beatriz acompañaba a su marido el Rey Fernando en todos sus desplazamientos pero siempre que podía visitaba con frecuencia a la colonia teutónica que llegó con ella a Castilla, acudiendo regularmente a los actos religiosos oficiados por los Teutónicos en la Ermita de Santa María de Mota. La Reina tuvo 10 hijos y falleció en Toro provincia de Zamora en 1235 siendo enterrada en el Monasterio de las Huelgas Reales en Burgos.

En 1258 su hijo primogénito Alfonso X El Sabio, Rey de Castilla y de León y Archiduque de Suabia que entre su formación destacaban su perfecto conocimiento de los idiomas Latín y Alemán por la profunda huella filosófica que aprendió en su infancia de los Caballeros Teutónicos, trasladó en 1279 los restos de su madre a la Catedral de Sevilla junto con los de su padre el Rey Fernando III que fue canonizado posteriormente Santo de la Iglesia Católica el 6 de febrero de 1671 por el Papa Clemente X.

El Santuario de la Ermita de la Virgen de Mota se convirtió en un suntuoso Monasterio y Casa del Priorato de España de la Orden Teutónica, a cuyos Caballeros se les llamaba también en Castilla al igual que en Prusia y Tierra Santa, Caballeros de la Virgen al igual que se les denominaba en Tierra Santa y en Prusia, siendo destacada su colaboración religiosa y militar en la Cruzada Hispana de expulsión a los invasores musulmanes norte africanos.

Los Caballeros Teutónicos son los artífices del bautismo a las Tierras Hispanas liberadas de infieles con el nombre de “España, Tierra de María Santísima” denominación que perdura hoy ratificada por los Papas León X, Juan Pablo II y Benedicto XVI.

En el libro-índice del Priorato, que dio comienzo en 1526 Hernando Rodríguez, dice que “la Orden Teutónica tiene sus banderas contra los infieles”. Más adelante añade refiriéndose al Priorato diciendo: “Está esta iglesia de Santa María de los Castellanos sita junto a dicha villa de la Mota, diócesis de Zamora a tres leguas de la ciudad de Toro y en toda España no hay otra de esta Orden, proveyéndola su Maestre de Prusia con un Prior y Freires profesos de la cruz negra en el pecho sobre habito blanco y llana de terciopelo negro que dan servicio con seglares a la iglesia y al hospital anejo”.

Herman Von Salza, 4º Gran Maestre de la Orden Teutónica visitó el Priorato de España en Castilla en dos ocasiones así como también otros dos Maestres Teutónicos más. En la primera época los Priores Teutónicos de España fueron siempre alemanes según consta como ejemplo en 1255 que está fechado un documento dirigido al honorable Eberhardo de Mossberg, Prior de la Casa Teutónica en España.

En 1282 le sucedió como Prior Volmar de Berhnhausen, el cual murió en combate contra los lituanos, que a su vez había un intercambio de Caballeros Calatravos en Alemania con residencia en Tymau, a orillas del Vístula. El Priorato Teutónico siempre tuvo buenas relaciones con todas las Órdenes Militares Hispanas, siendo de singular relevancia la colaboración militar con la Orden de Calatrava con la que mantuvo una relación absolutamente privilegiada y fraternal.

En 1335 fue elegido el primer Prior natural Hispano, Frey Juan Alonso de Vezdemarbán, que figura como otorgador de documentos.

En 1440 Pedro Gundilsalvo, Procurador General de la Reina de Castilla y de León y Prior de los Caballeros del Santo Sepulcro de Toro, fue elegido Prior Teutónico por el Papa Eugenio IV sucedido por Frey Juan de la Mota, al que se le plantearon litigios respecto a determinados bienes del Priorato que pudo resolver con el tiempo, Juan de Bullón, que recibió el Priorato directamente del Gran Maestre de Prusia, y Diego del Castillo, que cedió muchas de las tierras que el Priorato poseía a favor de Rodrigo de Ulloa, Señor de la Mota, y Contador Mayor de los Reyes Católicos, con la contraprestación por este último del pago anual de 35.000 maravedís, según consta en un documento testimoniado en 1488 que se conserva en el archivo parroquial de la Mota antes de su muerte en 1514.

SECULARIZACIÓN DE LA ORDEN TEUTÓNICA Y SU AFECTACIÓN AL PRIORATO DE ESPAÑA

El hecho crucial que afectó al Priorato Teutónico de España, al igual que a otros Prioratos de otros países de Europa, fue la Asamblea de la Dieta de Worms, celebrada entre el 28 de enero y el 25 de mayo de 1521, que presidió el Rey Carlos I de España y V Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico con el Nuncio del Papa, el Cardenal Girolamo Aleandro, sentenciando ambos de herejía al movimiento protestante de Lutero y expulsándole de Alemania y de la Iglesia Católica.

En 1525, el Maestre Teutónico Alberto I de Prusia, se convirtió al Protestantismo desvinculándose del Vaticano y produciéndose consecuentemente con este hecho la secularización y división de la Orden.

El Prior Teutónico de España, Constantino del Castillo, sobrino del anterior Prior Diego del Castillo, recuperó muchas de las propiedades que su tío había vendido o permutado y viendo los acontecimientos acaecidos en Alemania y la conversión del Gran Maestre de la Orden al Luteranismo, se alejó de él al igual que hicieron otros Priores de otros países de Europa visitando directamente al Papa León X en el Vaticano ofreciéndole su lealtad y la ratificación de la catolicidad del Priorato Teutónico de España. El Papa, en agradecimiento, le nombró Conde Latarense y Noble del Sacro Palacio Apostólico, así como con ese gesto de afirmación de católico el Rey Carlos I de España y V Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico le otorgó su favor político.

En este contexto, el Papa determinó poner el Priorato bajo la protección de la Santa Sede, la cual instituyó la creación de siete Capellanes perpetuos presididos por el Capellán Mayor y auxiliados por dos Sacristanes, retribuyendo la dotación con una cantidad anual que no excedería de 120 ducados de oro de Zamora, solución que aprobó el Papa Pio IV el 8 de diciembre de 1565, conservando así mismo las propiedades del Priorato en las provincias de Jaén, Córdoba, Sevilla y Toledo.

A partir de 1575, el Priorato de España, de confesión netamente católica, se mantuvo totalmente desvinculado de la Orden Teutónica dirigida por protestantes luteranos, permaneciendo directamente vinculado al Vaticano y bajo la protección política del Rey Felipe II de España.

En 1606, con la llegada al Maestrazgo Teutónico del Emperador Maximiliano de Austria, se normalizaron las relaciones entre el Priorato católico autónomo español y la rama teutónica católica que en ese momento representaba el nuevo Gran Maestre de la Casa de Habsburgo austriaca, diluyéndose progresivamente la relación con la desaparición de los Habsburgo en España y la llegada al trono español de los Borbones en el año 1700.

Los Capellanes españoles de designación vaticana continuaron durante más de dos siglos vinculados a su vez de una manera discreta con los Maestres Teutónicos Católicos, ya que consta una carta de un Canónigo de Palencia en 1777 dirigida al entonces Duque de Alba y Marqués de Mota, en la que se hace referencia al hecho.

El 24 de abril de 1809, el Emperador de Francia, Napoleón Bonaparte decretó la disolución de la Orden Teutónica en toda Europa confiscando sus bienes y arrasando sus Casas, siendo destruidos en 1810 por los franceses en España, el Convento, el Castillo y el Hospital del Priorato en Mota del Marqués, pero quedando subsistente la Ermita de Santa María, aneja a la Iglesia parroquial de San Martin.

Con la restauración de la Orden Teutónica tras la crisis napoleónica, el Priorato de España, nunca disuelto, quedó legal y normativamente intacto, tanto en su condición religiosa como civil y militar, persistiendo jurídicamente sin novedad, y a efecto de la última norma de anteguerra quedando tras ésta al margen de lo acontecido del resto de la Orden en Europa. Por lo tanto, tras el Concordato de 1851 y la Norma del Libro de la Orden de 1886, el Priorato Teutónico de España sigue en vigor, pues no existe derogación alguna ni de sus Fueros, Ordenanzas ni de Constitución, manteniendo intacta su condición de parte intrínseca de la Orden Teutónica vinculado directamente a la Iglesia Católica y Apostólica de Roma, sin haber perdido sus miembros en España su condición.

En 2012, los Caballeros Teutónicos de España retoman su actividad caballeresca recomponiendo su estructura y reafirmación de Católicos Apostólicos Romanos bajo Patronazgo y devoción de la Santísima Virgen Maria.